jueves, enero 31, 2008

Amigos

Vas por la vida como el típico artista de circo, si, ese de los platos chinos que dan vueltas, procurando que no se caiga ninguno. Cada uno lo hacemos lo mejor que podemos, pero al final, claro, algún plato se cae.

Sigues las reglas del juego, las que te marca la educación, las buenas formas, las formas de ser de la gente que te rodea. Al final, ¿Quien decide? Como en aquél dilema moral, ¿quien vigila al vigilante?

De vez en cuando, la linea del quiero, la linea del puedo, la linea del debo, se desdibujan y sin saber muy bien como (o sabiéndolo, pero pensando "són solo uno o dos pasos") te encuentras a cientos de pasos de estos límites. Y hay cosas mágicas por ahi. Buenas, malas, peligrosas, inocentes, interesantes, aburridas, de todo.

Pero siempre está el guardian de las ovejas dispuesto a lazarte al perro pastor para que vuelvas al redil. Y vuelves, claro, con el rabo entre las piernas.

¿Cómo se me ocurre a mi salirme del redil, de las normas?

Asi que, una vez de vuelta, procuras compensar (sigamos con la metáfora) siendo la mejor oveja, dar la mejor lana, balar con la mejor melodía, caminar sin tropezar.

Y un día te das cuenta de que tu lana es exactamente igual que la de los demás, tu balido no se oye. No solo éso. ¿Quién quiere estar en este redil tan inutil y carente de sentido? Y encima una de las ovejas, la que tenías al lado, te muerde.

¡Bah! ¡Al demonio con este redil! (More fool me - Genesis)

Pero claro, a abandonar esa dedicación casi obsesiva te das cuenta de lo mucho que has descuidado tu entorno. Y es que ese mundo libre donde las normas son diferentes... también tiene sus normas,claro. La magia, los demonios, las hadas, las brujas, los amigos y amigas, cada uno ha seguido su camino, por supuesto, con todo su derecho.

Algunas de esas gentes a las que tenías tan cerca sintieron el frio del abandono, y tambien alguna tempestad subita e injustificada y en el peor momento. Y cuando la gente siente frio, se abriga. Además los abrigos también sirven de escudos.

Así que caminas por el bosque, lanzando voces a ver quién queda.

Qué bonito el eco...

Pero, cuánto mas precioso es el canto de un pájaro cuyo canto casi habías olvidado y que tiene la confianza de volver a posarse en tu hombro. Y ¿qué es eso? ¡Vaya! ¡Una nueva Edelweiss anónima en medio de la nieve! Y miro a un lado y veo que lo que pensaba que era una sombra es en realidad un compañero de camino que, sin haberme dado cuenta, siempre estuvo ahí. Y al otro lado, otra ¿sombra? No. Otro compañero de camino.

¡No! Uno no, dos, tres... pero ¿cuántos son? ¡Madre mía!

¡Cuánta gente hay en este bosque encantado!

¿Sabes? Creo que está pasando el invierno. Desde luego hay menos nieve y el sol da calorcito.

Gracias, merci beaucoup, thank you, danke... por hacerme ver que la magia no desaparece.

"... And so the sheep and men
as sheep remain inside their pen
though many times
they've seen the way to leave..."
The Lamb lies down - Genesis

... creo que no volveré nunca a ningún redil. El bosque es tanto mas bonito. Peligroso, si. Pero precioso.





18 comentarios:

Alberto Aranda dijo...

¡Cielosanto, te ha dado otro chispazo!

Precioso texto, pichón. Me ha parecido una mezcla de Tim Burton, David Lynch y, para rematar, una pizquita de Alicia en el país de las Marihuanas.... digo de las Maravillas.

"Totó, ¿donde cohones estás, pisha?"

Ohú, ya voy calentando...

Un abrazo de una de las sombras.

Mark dijo...

Many thanks, caminante.

Anónimo dijo...

Meigas, haberlas ailas, lo difícil ye encontrailas.

¡Ten cuidado caperucita que en el bosque hay mucho lobo!

Te lo dice alguien, que lleva muuucho tiempo perdida por esos bosques.

Biquiños de la bruja del norte... ¡psiit! ¡psiit! (cuando quieras probamos unos coros)

Anónimo dijo...

Creo que esa magia no deberiamos de perderla nunca o mejor dicho no deberíamos nunca dejarla de lado, olvidarla o ignorarla, porque eso hace daño...sí, la magia tambien se duele de que en ese redil donde a veces nos metemos por culpa de todas esas normas que hay, nos olvidemos de ella, como cuando te olvidas de un amigo o ese amigo te olvida....joder eso duele y de verdad. Pero... si seguimos en el campo encantado resulta que a veces,no te han olvidado, si no que estaban escondidos por una gran planta... pero si ocurriera que te olvidaran... que la magia que os unia desaparece, esa misma magia se transformara en otra nueva sin estrenar que nos hace encontrarnos con mil flores nuevas que nos dan ese calorcito que todos necesitamos.. y ohhh¡ te ves en medio de ese campo encantado compartiendo magia con mil seres y tú con una sonrisa tonta de oreja a oreja...qué bonito es que la magia no te abandone¡ y si lo hace lucha por ella, vete al bosque y llamala a gritos desesperados.. Por cierto que ha pasado con el aburrido redil?? jjajaajj

Mark dijo...

Anónimo, sigo intentando mantener todos los platos chinos girando para que la magia no acabe... Pero inevitablemente, algun plato se me caerá seguro.

¿El redil? Esa es otra historia que no tiene cabida en este espacio. Quizá en otro momento, en otro lugar.

Anónimo dijo...

Todo en esta vida es perseverar, perseverar en que no se te caigan los platos, perserverar en sonreir, perseverar en ser y hacer feliz y perseverar en conservar a los amigos que como esa Edelweiss del bosque hay que regarla en su justa medida para que no desaparezca. Pero.... supongamos que se nos cae un plato, dos, tres e incluso todos... que hacer?? Te puedes ir al bosque pero los nubarrones no te dejaran ver las sombras, te puedes poner a leer un libro encantado pero no percibiras su magia, te puedes poner a cantar a los Dioses pero no te oiran o eso te parece a tí, entonces ? vuelvo a hacerme la pregunta.. que hacer??...alguien tiene ideas?.. yo voy a darle a la maquina y contestaré..

Mark dijo...

En el serio caso de la caida de uno o varios platos la única posibilidad es intentar arreglar el plato (aqui la metáfora se me queda pequeña). Hay platos que se caen, pero son fáciles de arreglar. Y hay platos que en la primera caida se hacen irreparables. Y en realidad depende mas del plato que de tu maña con el pegamento (toma ya peasso estirada de la metáfora).

Por regla general suelo intentar reparar todos mis platos, pero, inevitablemente, algunos no quieren ser reparados. Es un hecho de la vida que has de aceptar.

De la misma forma que cuando tu eres el plato roto de otra persona, debes valorar cuantas veces te puedes dejar tirar al suelo antes de declararte irreparable.

Paciencia, aceptar los cortes al intentar reparar, aceptar o no las cicatrices cuando te reparan. Es un proceso delicado y muy muy personal.

Anónimo dijo...

Lei una vez una historia preciosa de un hombre con un corazon perfecto que se jactaba de ello. Todas las personas se admiraban por ello.
Se encontró un dia con un hombre que tenía el corazón al que le faltaban pedazos, lleno de cicatrices y remiendos.
Decía que, cada vez que amaba a alguien se arrancaba un pedazo y se lo regalaba a la otra persona y cuando alguien le amaba a él recibia un pedazo de la otra persona y lo encajaba como podia en los huecos del suyo.
Afirmaba que un corazón sin heridas era un corazón que no había amado nunca.
EL hombre del corazón perfecto se arrancó un pedazo y se lo colocó en uno de los huecos que le faltaban al otro hombre; el cual le dio otro de sus pedazos.
No encajaba en el hueco y afeó la "perfeccion" del primero.
Pero no le importó, al contrario, se sintió feliz como nunca antes lo habia sido.
Pues que sepas que ya te he dado un pedacito del mío.

Un abrazo

Mark dijo...

Es bien recibido y procuraré que sea bien tratado. Asimismo te regalo un trozo del mio.

Gracias Lui

Alberto Aranda dijo...

Illo ¿habéis visto a un perrillo pequeño?... Se llama Totó

¡¡¡Totó!!! ¿Dónde está mi perrito guapo?

(¡Cuando le encuentre lo mato!)

Anónimo dijo...

Muy bonita tu historia Luisildur...efectivamente el fondo de esta historia ( claro, una de las interpretaciones que se le puede dar) es algo así como un resumen de VIVE¡¡¡ por Dios VIVE¡¡ y disfruta, y llora y siente y ama y decepcionate y todo lo que nuestro corazón nos permita emocionalmente. Siempre es mejor sentir lo que sea a no sentir nada por estar en un redil... siempre es mejor amar y despues llorar que no amar nunca...que te duele? eso es porque antes te ha hecho feliz.. que te gusta? eso es porque antes no lo tenías y sabes apreciar la diferencia... es lo mejor...Una noria de emociones antes que un lago sin ondas... jo¡ esa frase ma quedao para la posteridad... para todos vosotros tb un trocito de mi corazón que, os aseguro que tiene mil remiendos

Anónimo dijo...

Salir del redil...la irresistible atracción de la transgresión, el dejar de ser "ciudadanohonestoquecumpleconlasnormas" para convertirse en outsider. Pero, ¿y cuando salimos del redil, no nos metemos en otros rediles de distinto calibre pero rediles al fin?. "Eso que llamáis libertad es la más fuerte de vuestras cadenas y qué si no fragmentos de vuestro propio yo es lo que queréis desechar para poder ser libres?". La libertad, al igual que la felicidad, se nos da en pequeñas dosis, y siempre acompañada de cárceles y de desdicha, si no fuera así nunca apreciaríamos toda su dimensión. Sin embargo, sigo conservando ese síndrome de Peter Pan que te mantiene lleno de ilusiones sin contaminar, de pájaros en la cabeza y sobre todo de ganas de festejar la propia vida. Y esto supongo que será en parte gracias a los amigos...

Mark dijo...

Al final nunca sales del redil, claro, no del todo. No puedes ser totalmente libre de hacer lo que quieras siempre, ya que, normalmente, la gente no suele tener la consideración de no extralimitarse en sus libertades.

"Tu libertad termina donde empieza la de otro" que decía la frase.

Creo que los pocos agraciados que seguimos conservando ese maravilloso síndrome solemos también sufrir cuando nos vemos encerrados en una vida tan ordenada. Un amigo, hace poco (una de las sombras) me llamó infantil, pero, al contrario que la totalidad de las veces que me han llamado eso, esta vez fué a modo de cumplido. No me habían hecho sentir tan bien con una palabra en mucho tiempo.

Sigamos siendo infantiles. El que se hace adulto no puede volver a Nunca Jamas!

Alberto Aranda dijo...

Aupa que sí. La única diferencia entre los juegos de los niños y los nuestros, los de los hombres, es que los coches de radiocontrol llevan el chasis de aluminio, motores de nitrometano, cuestan bastante más de 5.000 pesetas y no llevan ninguna figura incluída.

Y ya seriamente, el orden es importante. Sabes que comparto contigo casi todo ese síndrome... Y creo que es una de las razones por las que no deber preocuparte porque mi plato se caiga... hace tiempo que construí un soporte de blandialuminio de Leroy Merlín que lo hace girar sin descanso y sin peligro...

Por cierto, la frase en cuestión es "Tus derechos acaban donde empiezan los míos". La libertad, si viene de un corazón noble como el tuyo, no tiene barreras.

¡¡¡Mañana volveremos a ser niños de metro ochenta y cinco!!!

Mark dijo...

Parece mentira lo brutos que podemos llegar a ser entre nosotros cara a cara y lo nobles sinceros sentimientos que somos capaces de expresar una vez pasamos de la fachada.

... hmmm... aquí hay material para otro chispazo de esos.

Gracias, Pren. Lo mismo digo (cosa que ya sabes).

Anónimo dijo...

Esa reflexion Mark, es ciertamente una verdad que no nos queda mas remedio que aceptar como una consecuencia de esta sociedad en la que nos ha obligado a ser "fuertes y racionales" cuando lo que estamos necesitando es explotar en todos sus terminos todos nuestros nobles sentimientos... pero claro eso lo hacemos normalmente tras una fachada o en solitario...intentar hacerlo mas amenudo con los que me rodean es un proposito que poco a poco voy consiguiendo, os animo a ponerlo en practica.. al igual que te animo Mark a tener otro chispazo ¡

Anónimo dijo...

Anonima, la magia nunca desaparece, es omnipresente. Somos nosotros los que nos aislamos de ella encerrados en nuestro bunker mental, ella esta fuera, como un perro fiel, esperándonos en la puerta para llevarnos de la mano hacia nuestros deseos.
Nunca estamos solos ni aislados.
Lei una vez: "cada persona es un Mundo pero nadie es una Isla". Me encantó.

Como decian en la Bola de cristal: "hay que aprender a desaprender". Hay que borrar todas esos "deberia ...", "seria correcto ...", "tendria ...".
Las obligaciones (autoimpuestas, consentidas o inculcadas) siempre son un lastre para nuestra realizacion personal. Son rediles virtuales que nos creamos, o nos crean, y que coartan nuestro verdadero Ser.

Ternasco dijo...

Tenías que echarlo (como dice la canción)
P´afuera.... p'alacalle

PD: Con ritmo de salsa neng