miércoles, febrero 20, 2008

Tanto si si como si no

Imaginaos con un carro lleno y caminando cuesta arriba. El carro pesa, pero podeis con él y quereis llegar con el carro mas que nada en el mundo. Llevais rato subiendo cuando tropezais y caeis. La primera vez no os importa. El ánimo de llegar con el carro es demasiado fuerte. Os levantais y seguís a pesar de la rodilla pelada.

Un rato mas tarde empiezan a doler los brazos y en un momento dado, volveis a tropezar. La rodilla pelada se vuelve a herir, y ahora la otra también. El carro estaba empezando a pesar, pero seguís queriendo llegar con el carro. Levantarse cuesta mas, porque duelen las dos rodillas y los brazos no han descansado, pero os levantais.

LA calle sigue subiendo en una cuesta interminable y a lo lejos veis que hay zonas de la acera con losetas sueltas que pueden resultar traicioneras. Pero en realidad, la cuesta es el único camino a casa, así que seguís, aun con el dolor de las rodillas, aun con el dolor de los brazos y esa punzada que aparece en la espalda, y que ya llevais mucho rato empujando un pesado carro, el cansancio empieza a hacer mella.

Y si, otra vez tropezais y volveis a caer. Las dos rodillas heridas, abiertas, los brazos doloridos, la espalda también. Y el cansancio... Tan cansados... El carro pesa mucho... mucho...

Pero realmente quereis llevar el carro a casa. Es lo único que importa. Y no hay otro camino. ¿Qué punto es el correcto para decidir que ya vale, que ya es suficiente? Que ya vale de raspaduras, golpes y que el carro pesa demasiado para llegar hasta casa. ¿Cuándo decidir que mejor dejar ese carro e ir a por otro en otro sitio posiblemente mas cercano?

Además, significa echar por tierra todo el esfuerzo y el camino recorrido...

Pero el carro es lo mas importante. Llegar a casa con él es lo unico que importa.

¿Cómo lo haces?






6 comentarios:

Anónimo dijo...

¿donde coñ... metí el móvil? a ver si bajan de una jod... vez a ayudarme, que siempre me toca currar a mí.

eeeeepa... lo siento... se me escapó

Mark dijo...

JAJAJAJAJA. Cada uno tenemos nuestro carrito personal.

... y tu pareces llevar las rodillas bastante limpias!

Anónimo dijo...

Pregunta muy dificil de contestar, como todo lo relativo,porque síel carro es importante... pero cuanto de importante? tanto como para romperte a cachos?? todo lo que se relativiza es muy dificil de valorar. si además tenemos en cuenta la diversidad de escalas de valores que tenemos cada uno....
Lo mejor es tener claro lo que quieres y cómo lo quieres conseguir,e dicho lo mejor,que no lo mas fáil.. y una vez tienes esa parte importante de saber qué quieres y cómolo quires el siguiente paso puede costarte muchísimo pero tu meta es clara para poder luchar por ella. En cuanto no te haces la pregunta de si merece o no la pena el esfuerzo es menor, el problema es que cuando flaquean nuestras ideas tambien flaquean nuestras fuerzas. Acordaros que el poder de la mente es superior al que nos podemos imaginar pero ojo¡¡ tanto para lo bueno como para lo malo...
Y lo mejor de todo es,tiene todo el mundo un carro del que tirar ??? o hay algunos que van encima del carro?? Seguro que si.....

Mark dijo...

Efectivamente, ahí está el quid de la cuestión. El equilibrio entre la importancia del carro y la dificultad de la cuesta.

El problema es que cuando los pesos están equilibrados (es decir, el carro es lo mas importante, pero la cuesta es interminable, que es lo que quería plantar) el camino puede hacerse insoportablemente duro, tanto como para olvidarse de llegar a casa y seguir empujando el carro sólo por empujar. Y dolerse tanto de las caidas que lo único que sientes es esos dolores.

Al final, la decisión de cuándo abandonar el carro es totalmente subjetiva y difícil. Significa mucho. Significa todo, pero a veces no hay otro remedio.

Y si, hay muchos que van sobre el carro y disfrutan la cuesta abajo... pero ese es otro tema.

Gracias, Colores.

Sue dijo...

La cuesta como metáfora de la vida y el carro, lo que nos ha tocado en suerte. Nacemos con él vacío y se va llenando de muchas cosas, buenas y menos buenas.

Cuándo dejar de empujar? Creo que nunca. No es la condena de Sísifo, no es una piedra. La cuestión es aligerar el carro de lo inservible, bajar a los que se han subido a verlas venir (vampiros) y, de vez en cuando, pedir ayuda cuando la cosa esta jodida. No consiste en ser el el héroe que llega el primero o llega solito, consiste en ir subiendo... aunque nunca se llegue. Lo importante es saber que sin tantas heridas y tanto sufrimiento, se puede seguir tirando del carro.

Nada debe hacer nuestra vida insoportable. Si la prioridad es el carro y para ser felices nos hace falta...., hagamos del carro algo soportable no?

Anónimo dijo...

Empujar el carro, como todo lo demas en esta Vida es siempre una eleccion, nuestra eleccion.
El tipo y el modelo de carro depende de costumbres adquiridas, autoimposiciones egoticas (deseo, poder, ambicion, avaricia,...), deudas karmicas, amor, compasion, etc,
De todos modos no hay que intentar llenar ese carro porque al final lo vas a tener que dejar en la cuneta del camino ... mas tarde o mas temprano .... ya que, cuando volvamos a casa, no podemos llevar equipaje, solo lo que hayamos acumulado en el corazon y en el Alma (las cosas mas importantes de esta Vida son las que menos pesan, las que menos ocupan), donde residen nuestras memorias desde tiempos inmemoriales.

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