Manualidades II (La Zapata)

Por una serie de situaciones que no vienen al caso, me encontré en posesión de un trípode (que mi buen amigo Yago me regaló por mi cumpleaños) que no podía usar, ya que me faltaba la zapata (la pieza que se pone a la cáma y que la une al trípode para poder quitarla y ponerla rápida y sencillamente).

Curiosamente, uno pensaría que esto sería una pieza de fácil y barata adquisición dado lo sencillo de la pieza en si y lo relativamente sencillo que es perderla. Naturalmente, dado que Yago la compró en El Corte Inglés, fué ahí mi primera pregunta. Para mi sorpresa no venden complementos ni repuestos de este tipo para ninguno de sus trípodes. Mi siguiente paso, el servicio técnico oficial. Para mi sorpresa, ni siquiera importan esas piezas ya que "no les vale la pena" (!!!). Me sugirieron una "zapata universal". Aún sin salir de mi asombro, pregunte en varias tiendas de fotografía que, no solamente nunca han oido hablar de una zapata universal, sino que además me decian que lo mas probable es que tuviera que tirar el trípode y comprarme otro (!!!!!!!).

Naturalmente, y sobretodo teniendo en cuenta el poco uso que le había dado hasta entonces y que era un regalo de un amigo, no estaba dispuesto a tirar la toalla; y visto que el mundo en general no estaba dispuesto a ayudarme con esto (¡estaba dispuesto a pagar los portes desde Estados Unidos!), decidi que la ayuda siempre debe empezar por uno mismo y decidí fabricarme una zapata.

Primero debemos observar bien el enganche en el trípode y analizar cómo debe ser la pieza (ya que recordarlo es algo mas dificil e inutil).

Con la plantilla de papel, decidí cortar un "alma" de metal a partir de una lata de una conocida y disfrutada cerveza (que ricaaaa)

Luego, usando como guia las plantillas de papel, pastelina y un tornillo de métrica 6 (el estandar para enganches de cámaras) amablemente cedido por El Prenda, hice el molde donde posteriormente vertiremos la resina bicomponente, incorporando, claro, el alma de metal para refuerzo de la pieza.

Extraida la pieza, se limpia la pastelina (si has sido idiota y has olvidado lubricar el molde) y se lijan los sobrantes para obtener un primer prototipo.

Como podemos comprobar, la pieza encaja perfectamente en el trípode y ya podríamos utilizarla sin problemas

... peeeeero, perfeccionista que es uno, este prototipo está lleno de burbujas, el alma de metal es innecesaria, la forma no es del todo correcta (aunque funcione perfectamente), asi que podemos usar este modelo como plantilla (y nos ahorramos el tema de los papelitos y demás) y utilizarlo para el prototipo 2.

... esta vez recordando lubricar adecuadamente la pastelina, claro...

Por ahorraros un poco el tema, hice un par de pruebas con tintes negros (tinte universal para pintura y pintura de spray) que resultaron desatrosos a la par que divertidos. La resina bicomponente reacciona al agua (del tinte) y a algun otro componente (de la pintura en spray) y se consigue una espuma plástica negra completamente inutil.

Asi que, de nuevo a lo básico, realizamos una pieza en resina (pura y normal) y tras sacarla del molde y lijarla un poco los sobrantes obtenemos la siguiente pieza. La pintamos con spray del chino en negro para que no cante tanto al ser la camara negra y el tripode negro y no tener una pieza blanca enmedio.

El resultado, como podeis ver, es una zapata perfecta que podemos atornillar con una moneda de 1 o 2 céntimos cualquiera (y dejar puesta, claro) y que nos permite volver a disfrutar del gran regalo de nuestro amigo sin tener ayuda de nadie.