miércoles, septiembre 17, 2008

Esquela por una estrella oculta

Ayer me enteré por medio de un amigo con gustos musicales cercanos a los míos propios de una noticia muy triste. Rick Wright, teclista de Pink Floyd, co-fundador de la banda, innovador de sonidos, alma melancólica de sus melodías y base principal de la musicalidad de sus temas murió el pasado dia 15 a manos de un furioso y rápido cáncer.



Esta noticia, a mi entender tan importante como la muerte de otras renombradas estrellas del mundo musical, apenas hizo ruido. Incluso en requiems en Rolling Stone no se hace digna mención de su talento y su carrera, sino apenas un breve articulito resumen de su carrera.

Para entender la profundidad de su talento hay que hacer cuidada escucha de los temas de Pink Floyd, en los cuales, pianos, hammonds y demás sintetizadores y teclados, simplemente fluyen como un rio sobre el cual Dave Gilmour hace sus cabriolas a la guitarra, amén de aquella espectacular Clare Torry (madre de Sam Brown, a quien recordamos por su single "Stop" y quien además hizo honor a su madre en el concierto de Earl's Court repitiendo la hazaña de su madre) y su solo de blues en "The Great Gig in the sky" (siempre he querido que esa pieza se toque en mi funeral).

Poco sonada ha sido, asimismo, su carrera en solitario con sólo dos discos (Wet Dream y Broken China) y una participación en otro, pero es mi opinion que su talento era "de esos" en los que la interactuación con los otros miembros del grupo era donde rendía su máximo potencial.

Toda la información sobre su vida está en las redes. Lo que nos ha dejado de talento en grabaciones va a ser siempre poco. Cuando un artista muere, la perdida no puede medirse.

Rick, vivirás para siempre. Descansa en Paz.







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